Colección: Krink
Krink – De la innovación del graffiti al material artístico global
Nacida en Nueva York, Krink es una marca de materiales para artistas y estudio creativo que convirtió la inventiva del graffiti en un estándar mundial de tintas, marcadores de pintura y herramientas especiales. Fundada por Craig Costello (KR), comenzó como la primera marca de tinta y marcadores para writers, y creció hacia ediciones, apparel y accesorios manteniendo un fuerte espíritu DIY. Mediante la modificación y reutilización de materiales existentes, Krink crea nuevas herramientas creativas que unen funcionalidad con arte y diseño. Lo que empezó en Queens entre graffiti, skate y hip-hop hoy es sinónimo de originalidad, resistencia y memorables drips.
Más sobre Krink
Criado en Queens, NY, Costello entendió que la calle es un laboratorio duro: sol, polvo, hormigón y fricción. Para controlar su estética, fabricó marcadores caseros y tintas propias, ajustando flujo, opacidad y permanencia para que los tags no se desvanecieran y las puntas no se atascaran. A base de prueba y error, aprendió qué pinturas funcionan en hormigón crudo, qué tintas requieren imprimación y cómo llevar piezas comunes hacia herramientas de alto rendimiento.
A principios de los 90 en San Francisco, creó el antecedente del Krink K-71 modificando UNI PX70: quitó la bola, rellenó con pintura plateada casera o tinta negra, y ablandó la punta para un trazo ancho tipo pincel. Al mismo tiempo, al experimentar con cuerpos de betún, nació el Krink Mop: viscosidad ajustada para drips, espuma que no se degradaba y un trazo luminoso tan audaz como el spray. Fue una nueva tecnología del estilo: fluida, reconocible e implacable.
De vuelta en NYC (1998), Krink tomó forma en el Lower East Side: botellas llenadas a mano, etiquetas propias y los primeros sold-outs en Alife dispararon la demanda. La producción pasó a una fábrica en EE. UU., donde la fabricación en pequeñas series permite férreo control de calidad y rápida evolución de fórmulas. Hoy el Krink Studio destaca por productos únicos y una estética industrial-limpia, colaborando con artistas, diseñadores y marcas en proyectos especiales.
Al escalar su obra –de extintores en fachadas a pulverizadores presurizados en muros interiores y lienzo– Krink definió su filosofía: objetos neutros, funcionales y bellamente diseñados que invitan a experimentar. Así surge un sistema vivo de marcadores, mops, pulverizadores y tintas que domina línea, flujo y superficie. Krink sigue siendo referencia en drips, durabilidad y oficio original, demostrando que una marca nacida del graffiti puede elevar el material artístico sin perder su alma.